TÉ AMARILLO
“¿De verdad existe el té amarillo?” Esta es una de las preguntas más frecuentes que nos suelen hacer cuando visitamos los mercados temáticos a los que acudimos y ponemos a disposición de los clientes esta variedad de té.
Pues sí. Efectivamente, el té amarillo existe y si bien es cierto que no es una variedad muy conocida en Europa y, por ende, tampoco su uso, te sorprenderá saber, por un lado, que es una de las infusiones más milenarias de China – país donde se cultiva el 100% de la producción de esta variedad de té- y, por otro, que este té es tan bueno y tiene tantas propiedades que, según los datos históricos del mundo del té, en un comienzo sólo lo consumían los monjes budistas y taoístas, toda una institución del país.
Con el paso de los años y a sabiendas de los beneficios que este té tenía para la salud y la mente, los monjes comenzaron a ofrecérselo a los miembros de la familia imperial y que tuvieron que pasar muchos años hasta que se popularizó, formando parte de algunas de las infusiones más apreciadas por los habitantes del país asiático.
A este respecto, creo que viene como anillo al dedo contar una anécdota: una de las princesas de la Dinastía Tang, el día de su boda, pidió que fuera el té amarillo el que se sirviera en la misma.
Ahora la pregunta es: ¿por qué este tipo de té que se elabora con las hojas de la Camelia Sinensis tiene tanto éxito en China? La respuesta se encuentra, por un lado, en su sabor y, por otro, en los beneficios del mismo, sin olvidarnos de lo llamativas que pueden resultar algunas de sus propiedades. Te lo explicamos todo a continuación.
Pero, antes de pasar a darte más detalles sobre el té amarillo déjame que te cuente una primera curiosidad: a muchos amantes del té a los que no les gusta el té verde, sí que aprecian sobremanera el té amarillo. ¿El motivo? El sabor es diferente, más suave y aromático, además de tener menos teína, pero las propiedades para la salud son prácticamente las mismas.
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