Te damos algunos consejos para eliminar posibles dolores como cólicos y para mantenerte saludable. Como ya hemos dicho antes, cuidar el aparato digestivo es esencial. Tal y como explican desde la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), esta parte de nuestro cuerpo “dispone de un diseño perfecto para cumplir la misión que tiene encomendada, extraer de los alimentos las materias primas que servirán tanto para producir la energía que necesitamos en la actividad diaria como para fabricar y generar los elementos que conforman los distintos órganos y sistemas de nuestro organismo”. Te recomendamos que sigas estos consejos.
La sensación de pesadez o acidez después de comer, así como las flatulencias y gases o el estreñimiento es algo que muchas personas padecen, pero no por ser habitual es algo bueno, sino todo lo contrario. De hecho, salvo que sea un hecho aislado, es sinónimo de que algo en nuestro aparato digestivo no funciona bien. ¿Los motivos? Muy diversos, pero principalmente se deben a las siguientes causas:
estrés
mala alimentación
sedentarismo
falta de hidratación
Entre algunas de las enfermedades más comunes y que tienen solución, principalmente natural o a base de alguna ayuda que el especialista nos recomiende son las siguientes:
Síndrome del colon irritable: desorden producido en el intestino, que causa dolor abdominal, pesadez, estreñimiento o diarrea. Para tratarlo basta con comer limpio, hacer ejercicio y evitar el estrés. Dentro de la alimentación sana, también se pueden incluir infusiones digestivas y depurativas o para el estreñimiento, de manera que depuren y limpien nuestro organismo. Si los síntomas perduran o se repiten de manera habitual, lo más indicado es visitar a nuestro médico de cabecera, porque pueden tener que ver con intolerancias alimentarias que, de no tratarse, pueden afectar de manera más grave a nuestra salud.
Intolerancias alimentarias: cada vez son más habituales. Algunas, como en el caso de los niños, pueden pasarse con el tiempo, pero otras se agravan. Una de las más habituales suele ser la intolerancia a la lactosa, es decir, el azúcar de la leche (aunque se puede encontrar en multitud de alimentos industriales, así como en helados, salsas o carnes procesadas, entre otros productos). Los grados de intolerancia varían, pero los síntomas más comunes, tal y como explican desde la FEAD son: “dolor abdominal, gases, flatulencias, cólicos en el estómago, retortijones, enrojecimiento perianal, hinchazón abdominal, heces pastosas o diarreas, defecación explosiva o náuseas”. En estos casos lo médicos suelen recomendar medicación y dieta específica donde, una vez más, son un gran alivio para eliminar estos síntomas. Evitar comer alimentos no recomendables como el azúcar, la comida picante en exceso, las grasas te ayudará a mejorar la salud. Hacer que tus recetas que no incluyan estos alimentos hará que te sientas mucho mejor en general y sobretodo no sufrirás las digestiones pesadas.
Úlceras de estómago: muy temidas por lo incómodas o dolorosas que pueden resultar en el caso de algunas personas, las úlceras de estómago son, tal y como definen en sanasana.com, “una llaga que se ubica en el revestimiento interno del estómago o del intestino delgado. Las úlceras aparecen cuando el intestino o la capa protectora del estómago se descomponen”. En este caso, los expertos de la salud suelen recomendar un tipo de medicación concreta. Queda completamente desaconsejado el consumo de alcohol o tabaco.
Estreñimiento: los médicos entienden por estreñimiento el máximo de 3 defecaciones por día y un mínimo de 3 por semana. Por tanto, las personas que sufren estreñimiento son aquellas que se encuentran en este último caso y cuyas heces son duras, escasas y secas. En este caso se aconseja ingerir alimentos ricos en fibra, así como una correcta hidratación y evitar la vida sedentaria. En el caso de la hidratación, juegan un gran papel. Especialmente aquellas elaboradas con plantas o ingredientes ricos en fibra.
Diarrea: todo lo contrario al punto anterior y que se define como la presencia de heces líquidas y el aumento del número de deposiciones. Este tipo de trastorno también se suele acompañar de dolor abdominal, dependiendo del grado de la diarrea. En los casos más graves también se acompaña de fiebre o sangre en las heces.
Independientemente del tipo de enfermedad digestiva que se tenga, los expertos recomiendan seguir las siguientes para gozar de una buena salud digestiva, por lo te damos algunos consejos para añadir a tus recetas.
Fibra: salvo en el caso de las diarreas agudas, ingerir alimentos ricos en fibra en nuestra alimentación diaria es más que recomendable. Alimentos como el jengibre son un gran aliado, porque contiene alrededor de 12 gramos de fibra por cada 100 gramos. Asi, la infusión digestiva de jengibre te será de gran ayuda.
Hidratación: principalmente a base de agua. Se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros al día de agua. Para conseguirlo te recomendamos llevarte un termo con alguna infusión e ir tomándolo a lo largo de la mañana o la tarde.
Actividad física: porque de no hacer ejercicio moderado, al menos, 3 días por semana, el aparato digestivo se ve afectado. De ahí que las personas con movilidad reducida tengan que tomar otro tipo de medidas para compensar esta falta de movimiento. Hacer ejercicio ayuda al cuerpo a funcionar de manera óptima, y ayuda a eliminar dolencias en el cuerpo y mente.
Probióticos: tanto para niños como para adultos, nos ayudan a depurar el organismo. Los probióticos cuentan con bacterias que benefician el correcto funcionamiento del sistema digestivo.