Si la combinación de estos dos ingredientes te resulta curiosa, lo que te sorprenderá gratamente será su sabor, donde la vainilla es la protagonista indiscutible y marida a la perfección con las notas florales del té verde, tanto en sabor como en aroma.
Al igual que la canela, la vainilla es una de esas especias del continente americano que tanto placer brinda a nuestros sentidos y a nuestra salud. Lejos de ser sólo un producto para dar sabor o aromatizar diferentes recetas, la vainilla se ha venido utilizando desde hace siglos para tratar problemas de salud o mejorar el estado de bienestar de las personas.
Entre algunos de los beneficios de la misma cabe mencionar que es ideal para mejorar el estado de salud de nuestro corazón, reduciendo los niveles de colesterol. Además, también se utiliza en ciertos preparados a modo de aceite o en crema para curar heridas de la piel, gracias a sus propiedades antioxidantes y para mejorar nuestro sistema imnunológico.
Del mismo modo, reduce la ansiedad, nos ayuda a relajarnos y al igual que la canela, ayuda a adelgazar, por lo que si unimos estos beneficios a los propios del té verde, tenemos en nuestras manos una bebida realmente saludable que, además, nos sumergirá en una agradable sensación de bienestar, gracias al característico aroma de la vainilla.
Pero, lo que de verdad te va a sorprender es el sabor de la infusión. Pocas veces dos ingredientes que a la vista parecen tan distantes han dado un resultado tan especial.
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